Mr. Señales



Qué queda de nosotros tras el paso de tiempo...un saldo de inutil y recurrente melancolia, un falso halo de supuesta sabiduria...? Se preguntaba mientras exhibía su perdída mirada frente a el imaginario espejo que inventan la soledad y la nocturnidad del alma. Tan lejos ya los fogonazos de busqueda de heroismo-hedonismo que acudieron energicos a la llamada de su primera juventud. Descubría en sus maquinaciones la vida, como una eterna repetición de acontecimientos que nos parecerán nuevos cada vez...señales a veces invisibles que observadas atentamente enlazarán futuros y emergentes sucesos...Avisos, claves del devenir, de difícil lectura para una mente ocupada y dosmeticada para entender sólo lo que necesita para pasar de un día a otro y vuelta a empezar.
Semanas atrás había conocido a alguien como quien dice lanzada por el capricho del destino, para, como había ocurrido infinidad de veces, descubrir mas tarde que era producto de otro paso anterior, y ese de otro paso anterior. Tiraba del hilo y la madeja se hinchaba hasta convertirse en una interminable y ancha escalera sembrada de inmaculados escalones que vista desde el que pisaba descendían en el tiempo y se entrelazaban con otras escaleras sin llegar a convertirse en un temeroso laberinto. Solo dos claras direcciones, o hacia abajo o hacia arriba. Una se iba hundiendo en los recuerdos y otra se iba construyendo a medida que avanzaba la vida valiéndose de lo ya construido. Haciendo en esa mecánica vital continuar su incierto y mortal caminar... Lara que así se llamaba aquel peldaño, emergió aparentemente de la nada. Pero vital para construir el siguiente paso hasta alejarse lo suficiente para convertirse en otro soldado mas del ejercito de los recuerdos cuando la mente decide hacer inventario....Se interrogaba sobre qué mecanismo habría dispuesto ese orden y porqué escapaba a la comprensión de todos...cuando a él le era tan palpable, cuando, según constataba, nos acompaña ya desde que ponemos nuestros pies en el mundo... ¿Nos condicionaria comprender las señales de inmendiato futuro que nos adelanta el inmediato pasado...Donde quedaría el azar...lo nuevo, lo espontáneo, incluso el amor...? Se repetía desde la visionaria atalaya de su almohada y el amigable silencio. El valle que vislumbraba a sus piés, era enorme, con un horizonte sin fin. Y la historia de la humanidad le parecía estar transcurriendo en un mismo escenario y en un mismo y largo día. Por lo tanto, entendía que si todo ocurría en un mismo presente todo estaba conectado, desde lo mas alejado a lo mas cercano(de ese interminable día). Se permitía imaginar hechos históricos con varios siglos de intérvalo transcurriendo en ese mismo día -A la siete de la mañana Alejandro Magno se enfrentaba al ejercito persa, una hora mas tarde Napoleón comenzaba la invasión de Alemania mientras Neil Armstrong pisaba la Luna..- Ahora lo veía todo tan claro, tan diáfano que, o bien lo atemorizaba o lo llenaba de jubilo la llegada del amanecer con sus nuevas señales anunciadoras de futuro. Y en sus elucubraciones todos sus seres queridos desaparecidos, y con esto elevaba a la muerte a otra mera señal más, volverían a aparecer en otro inesperado momento de ese desmedido día...
Escribía cuanto los ojos de su mente enviaban a su entendimiento y compartía generosamente sus visiones como si todo fuese acabar y hubiese sido ya anunciado en sus últimos acontecimiento vividos. Hasta que un día alguien con quien nunca tuvo jamás contacto directo solo visual le anunció  mientras esperaban en el centro sanitario a su médico, y con total aceptación, que sus días estaban contados... y el interpretó que era la señal que tanto temía el destino le enviara...

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