La última puerta

                                            

 Recorrer enormes pasillos no significa tener que perderse obligatoriamente en ellos, pensaba yo mientras me invadía mi vieja angustia de viajero agorafóbico en medio de la confusión que me producía que me mandara a la planta 4 un improvisado mensaje de audio que sonaba de el único ascensor que había y que públicamente se declaraba fuera  de servicio...
Burócratas de corbatas desteñidas surcaban a toda velocidad las escaleras desprendiendo olor a rancios perfumes de marca blanca...la fiebre reventaba en las comisuras de mis labios tras una enfermiza noche insomne cargada de visiones retrospectivas que para nada me hacia bien recordar mientras buscaba con desesperación mi ya viejo conocido despacho 63, el negociado de enfermos sociales, que reclamaba mi presencia a través de un mail de hacia semanas. Cuando al final lo vi entre la densidad de silenciosa humanidad, caminé con estudiada y como siempre falsa compostura horadando mis minúsculos bolsillos, arañando las pocas monedas que yacían en ellos. Sorteando las miradas.
.- Bangor Borg?.- Me lanzó el funcionario nada mas atravesar el umbral y cruzar su fría mirada con la que yo traia ya perdida...
.- Quiere que le muestre mi identificación...?
.- Que vamos a hacer con usted..? Sientese, o mejor no.- Me dijo ajustando casi una octava arriba el  tono de su voz.- Solo es una pregunta, la de siempre...
.- Verá...desde el último verano he vuelto a sufrir ataques de libertad...
.-Señor Borg.- Me interrumpió con desagrado.- Tiene la condición de enfermo fase 3, si quiere continuar en la escala es obvio que debe colaborar...
.-Verá.- Ahora lo interrumpí con impostada vehemencia, oía mi propia voz muy lejana, sin fuerza..- Conocen mi genética, han intentado cambiarla sin resultado, en el camino han averiado mas que reparado...
.- Señor Borg, si se somete a la prueba le concederemos el cuarto grado..Quiere autorizarnos o dejará que lo haga por usted un comité..? Es la ultima vez que..
.-No, no!! ellos no, solo necesito tiempo...
En ese momento, sonó una secuencia musical, de esas cocinadas por cyborgs en viejos bancos de sonidos cibernéticos. El funcionario se levantó sin darme la espalda, me pareció, que a cámara lenta, probablemente por que mi corazón empezó a bajar las pulsaciones a gran velocidad y  el oxigeno llegaba con dificultad a mi reblandecido cerebro -conocía esa sensación- era como si levitase inevitablemente y me importara una mierda mi propia existencia a la vez que mis sentidos eran invadidos por un silencioso ejercito de inconsistencia...El funcionario se perdió entre una bruma púrpura hasta alcanzar aquella lejana puerta dando un  portazo que sonó como si una pesada plancha de acero hubiese caído sobre una gruesa capa de hielo..No recuerdo que sucedió desde entonces hasta ahora salvo que he dejado de ser un enfermo social y ahora soy mejor persona según me dice el último informe que me han enviado. Si quieren que les diga lo que realmente pienso no pienso hacerlo, mejor dicho, no podría hacerlo. Desde que por fin atravesé la ultima puerta he comprendido el concepto manipulación positiva y entiendo que toda mi vida fue una estupidez, que pensar cuando otros pueden pensar por ti no conduce a nada y que la verdad es solo la mentira y que la mentira es solo la verdad.

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