Imaginad un enorme callejón sin salida del tamaño de la humanidad, construido con un extraño amasijo de avaricia y miedo, de codicia y envidia, asfaltado con la sangre de miles de batallas estúpidas que todos perdieron. Siglo XXI. Son los ecos de nuestros últimos pasos que suenan en la madrugada del ocaso. Quizás las últimas huellas que se dibujaran por un animal humano. Y mientras...el chacal egipcio nos vigila, el guardián de la necrópolis....Hubo un tiempo en que adorábamos al perro.
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