La vida de los perros


Sintió un profundo asco que le subió del estomago hacia la boca que casi terminó en arcada , asco que aumentó al ver su boca entreabierta reflejada en el espejo del cuarto de baño. Y aquella ruinosa dentadura formada por un fétido collage; amarillentos dientes, como viejas paredes húmedas y negras muelas taladradas por putrefactas picaduras.... Otro día mas, se dijo.....mientras de su culo salió un urgente y sonoro gas... Otra noche insomne, llenas de viejas y repetidas pesadillas, plagadas de esos monstruitos de su lejana infancia, mezcladas con sueños agradablemente libidinosos, donde una y otra vez conseguía sus sexual objetivo en el onírico cuerpo de esa vecina que siempre soñó . A sus treinta años, seguía refugiandose en los lazos invisibles del cariño de sus ancianos padres...viviendo al margen de la realidad, en un decorado construido de frustraciones y desengaños, escondiendo sus temores en aquel viejo cuarto cargado de recuerdos....fotos, discos y saludables cucarachas... La llegada de la madurez se estaba convirtiendo en una cuesta cada vez mas empinada. En realidad seguía siendo el niño asustadizo que se empeñaba minuto a minuto en retrasar su futuro, visitando mas de lo normal el pasado y pasando de puntillas por el presente.... Pasando horas mirando extasiado a su viejo perro, Flapi, que como él, dejaba pasar su vida entre almohadones y buenas comidas. Y tan parecidos, que solo necesitaban una caricia para ser felices.

No hay comentarios:

Publicar un comentario